andrée putman
Para muchos especialistas, las creaciones de la designer Andrée Putman son la encarnación del "estilo francés", un lujo templado con equilibrio y medida, y geometrías frías enriquecidas con una cálida sensualidad.
Su preparación artística formal comienza por la música. Su madre la llevaba a conciertos con su hermana y las animaba a ambas a estudiar piano. En esa época Andrée centra su atención y concentración en los estudios de composición en el Conservatorio Nacional de París, y a los diecinueve años recibe el Primer Premio de Armonía del Conservatorio de manos de Francis Poulenc.
En los años 60 empieza a trabajar como periodista para Elle y L'Oeil, revistas de arte de prestigio, donde llaman mucho la atención los bodegones que Andrée inventa con objetos de estilos y épocas diferentes.
A finales de los años 70 decide fundar el estudio Ecart y a los 53 años es cuando Andrée Putman inicia realmente la carrera que la hará famosa de Hong Kong a Nueva York. Comienza redescubriendo diseñadores olvidados de los años 30, como René Herbst, Jean-Michel Frank, Pierre Chareau, Robert Mallet-Stevens, Gaudí, Eileen Gray... Según sus propias palabras: "Mi única preocupación era ser de interés para al menos diez personas y hacer algo que me llevaría conmigo toda la vida".
El proyecto de diseño de interiores del hotel Morgans en Nueva York en 1984 marcó un punto de inflexión en la carrera de Andrée Putman. Se las ingenió para crear un hotel de lujo con un presupuesto muy reducido y consolidó su estilo con habitaciones sencillas y efectos visuales. Desde 1980 trabaja en cada vez más proyectos de decoración de interiores, como los de Le Lac en Japón, Im Wasserturm en Alemania, el Sheraton en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle en París, en el taller de Azzedine Alaia, las boutiques Balenciaga, Bally o Lagerfeld, y de edificios como, muy especialmente, el del Ministro de la Cultura francés Jack Lang en 1984. Asimismo ha diseñado los interiores de museos como el CAPC, el museo de arte contemporáneo de Burdeos.
En 1997 Andrée Putman abre su estudio del mismo nombre, que se especializa en el diseño de interiores, el diseño de productos y la escenografía. Al crear nuevos objetos, se niega a excederse y rediseñar aquellas piezas que ya han sido diseñadas a la perfección en el pasado por otros, y afirma: "Tenemos que aceptar que muchas cosas no se pueden cambiar, a no ser en muy pequeña parte; si las queremos cambiar, tenemos que añadir un toque de humor y un sentido de desapego. ¿Qué es lo que me interesa? Que haya un elemento irónico en una colección, un guiño de complicidad". Con el tiempo trabajará como diseñadora para marcas del calibre de Christofle, Veuve Clicquot o Louis Vuitton. Como diseñadora de interiores, Andrée realiza proyectos para el Pershing Hallen de París, el Morgans Hotel en Manhattan y el Blue Spa en el Hotel Bayerischer Hof en Múnich. En el año 2005 Guerlain escoge el Estudio Putman para rediseñar su principal boutique en los Campos Elíseos.
En 2007 tiene inicio una nueva era con Olivia Putman, la hija de Andrée, que acepta la dirección artística de la firma, un deseo expresado durante mucho tiempo por la misma fundadora. Olivia declara: "Nos dimos cuenta de que el tiempo y la reputación de Andrée habían convertido nuestro apellido en un adjetivo". Como especialista en Historia del Arte y Arquitectura del Paisaje, Olivia desea transmitir el eclecticismo y la curiosidad que siempre han caracterizado a su madre. Olivia espera que su trabajo se convierta en una nueva tesela del gran patrimonio artístico francés, una actitud que se remite al papel de su madre en el arte y que la misma Andrée Putman ha definido como el de "arqueóloga aficionada de mi siglo" y, más en particular, como el de embajadora internacional del estilo francés por excelencia.